Otra noche más en la Serra de l’Obac con la amistad por bandera
Las montañas tienen algo mágico que me atrae como un imán, es algo que no se puede explicar hay que vivirlo y sentirlo, una energía que te atrapa y te pone las «pilas» y de que manera, además mezclado con mi cámara ya es lo más.
Las montañas me han enseñado una forma de vida y la cámara una forma de verla, dos maestros fusionados, que mas se puede pedir.
Y como no podía ser de otra manera, si todo eso lo compartes con «tu gente» pues el momento es extraordinario.
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